Rafa (la foto es suya) y yo conocimos a Pete Reed en Gogjali, Mosul, en febrero de 2016. Trabajaba como paramédico voluntario en pleno frente, atendiendo a cientos de civiles que salían destrozados de la ciudad. Una y otra vez. Trabajaba sin descanso y dormía en zona de guerra en un saco de dormir. No exagero si digo que salvó a cientos de personas. Las estabilizaba y las mandaba en furgonetas a hospitales de verdad. Rafa se quedó tres días en el puesto sanitario improvisado de Reed reportando aquella acción con sus fotos. Yo quedé tan impresionado por su ejemplo que le dedico todo un capítulo de mi libro «Hay Dragones» (Se llama Pete Reed el héroe de Mosul). Pero la tierra es un lugar cruel donde no siempre sobreviven los mejores. Ayer supimos que Pete Reed murió mientras atendía a civiles con su ambulancia en Bahkmut, por fuego de morteros rusos.
Hoy rendimos homenaje a Reed. Nos veremos en Vallhalla socio.
