El mundo está sembrado por millones de minas y diversos explosivos sin estallar. Píldoras de muerte que quedan latentes durante muchos años. Lugares como Camboya, Afganistán, Sáhara Occidental y Kosovo. Y también Ucrania. Los carteles con la calavera roja advierten de la presencia de minas por todo Ucrania. Cientos de hectáreas de campos de cultivo y de bosque están perdidos por muchos años. Un especialista perteneciente a un grupo que ha venido a asesorar en este sentido al Gobierno Ucraniano nos asegura:»Nunca nos habíamos enfrentado a un problema tan complejo. Nunca se habían juntado en un solo país tantos tipos de explosivos, proyectiles sin explotar, etc. Aquí hay armamento OTAN, ruso y de muchas otras procedencias. Los esfuerzos que se hacen para paliar el problema están descoordinados. Y además hay problemas de financiación y barreras burocráticas». El mismo experto asegura además que en su retirada los rusos han puesto bombas en juguetes de niños, en frigoríficos y hasta en mascotas heridas. «Todo está documentado», asegura. Para rematar: «El problema de las minas en Ucrania durará décadas».