La suerte de Odesa, ciudad portuaria y joya ucraniana en el Mar
Negro, se decidió en Mykolaiv, población de medio millón de habitantes situada al este de la
primera, en el río Bug Meridional. La flota rusa se dejó ver frente a las costas de Odesa, pero el
ejército que debía apoyar el desembarco fue derrotado en el aeropuerto de Mykolaiv; en este
se llevaba a cabo una batalla de tanques cuando este equipo de Eutsi Ucrania fue detenido por
un miliciano ucraniano lleno de nervios: «Dabai, dabai» -gritó apuntándonos con el
Kalashnikov. Mientras las tropas ucranianas evitaban la invasión, la artillería rusa destruía los
barrios civiles. En la venida Jersón, por ejemplo, varias casas han sido destruidas. Vladi nos
enseña la casa de sus vecinos donde han fallecido tres personas. Y otro hombre que declina
identificarse nos dice que fueron aviones, que pasaron por la noche. «Menos mal que casi todo
el mundo había escapado antes», suspira.