1-Para Ucrania es ahora o nunca. Rusia fabrica armas y equipos. Y compra munición y drones a otros países. Y entrena miles de hombres para primavera. Va a haber una gran ofensiva rusa para primavera. Ucrania atacará con contundencia en cuanto el hielo cubra el suelo y los tanques puedan rodar. Y atacará con con todo. A pesar de las bajas. Probablemente en una semana o menos. Por dos sitios. O tres: Zaporiyia hacia Melitopol, Norte de Lugansk hacia Kreminna o Svatove. Y la península de Kinburn y a través del Dnieper aunque sea para distraer tropas de una zona muy desprotegida ahora. Lo hará con tropas mecanizadas y rápidas, con hombres subidos a los tanques (en múltiples grupos de unos 100 vehículos y 20 tanques) y usando su mayor ventaja: tecnología de guerra nocturna de la que Rusia carece en gran medida. Ucrania también está mejor equipada para el frío.
2-Rusia ha desplazado a la frontera al 20 por ciento de sus bombarderos Tupolev. Cargados de misiles de crucero, con los que -sumados a otros disparados desde barcos y Bielorrusia- piensa machacar estos días las estructuras energéticas y críticas que le quedan a Ucrania. Dejarán postrada a la población en el peor momento del invierno. Y además obligará al ejército de Zelenski a usar todas las armas antiaéreas -misiles tierra-aire- para que ya no les queden en primavera; y, ahora sí, puedan usar la aviación sin trabas para destruir a las tropas de Ucrania. Hasta entonces Rusia montará alguna ofensiva desde Donekst- Bakhmut y Zaporiyia y se atrincherará con el único objetivo de diezmar a las tropas ucranianas atacantes. Los rusos se quedan sin misiles pero tienen aún una traca antes de primavera.
Va a haber guerra para rato. Los ucranianos nos han sorprendido una y otra vez, atacando siempre, de noche, y con niebla o tormenta. Tienen varios generales geniales dirigidos por un enorme personaje que es Zaluhzni. Por contra, la estrategia de Surovikin, su rival ruso, es terriblente dañina y tan cruel como inteligente. Ahora mismo la guerra está en tablas. Puede pasar cualquier cosa. Si Ucrania ataca y es repelida la cosa se va a poner muy fea. Pero también puede ser que se abra paso y le derribe por el camino un montón de bombarderos a Putin.
La buena noticia es que Zelenski y sus aliados de Occidente saben todo esto y también fabrican armas y entrenan hombres para primavera. Porque efectivamente Occidente también se queda sin armas.