por Diego Saralegi.
Este mes de septiembre mi amigo Chema y yo hemos estado en Marruecos en una misión de La Exploradora para echar una mano en las aldeas del Atlas, al norte de Taroudant, más afectadas por el terremoto.
Aunque viajábamos en nombre de La Exploradora, la misión fue cien por cien financiada con dinero de donaciones externas.
Lo que sigue es la crónica del viaje que escribí para el club Land Rover ya que tres de sus miembros jugaron un papel fundamental en conseguir el material que nos donó Fremap:
Bass , socio del club, consiguió que Fremap donara cantidad de material tipo muletas, prótesis, sillas de ruedas…
El día 20 cargamos en Johnny Pistón todo esté material y un montón de cajas y bolsas con ropa de abrigo, tiendas de campaña, mantas…
Tuvimos la ayuda de Pirata, Jorge y todo el personal de Johnny Pistón.
Gente de Bilbao donó un montón de material de abrigo y un amigo me prestó (otra vez) el carro.
En menos que canta un gallo el Toyota de Chema y mi Granadero estaban cargados muy por encima de su capacidad y salimos para Algeciras. Hicimos noche en el reina Cristina y al día siguiente nos unimos en el puerto al resto del personal de Inca Solidaria. En total 6 furgonetas grandes y nuestros todoterrenos.
Cruzamos la frontera como nunca ya que el barco iba prácticamente vacío.
Nuestra siguiente parada fue Rabat donde nos unimos al personal de Orphans Project Morocco., Noche en Rabat.
Al día siguiente viajamos hasta Rabat.
A nuestro convoy se habían unido los chicos de Orphans Project y ya éramos 6 furgonetas y 6 todoterrenos, 4 Toyotas, 1 Granadero y un Defender con mucha mili.
Salimos para Taroudant donde establecimos el campamento base. 5 días durmiendo en tienda! Yo ya no estoy para estas cosas.
La entrega de material fue caótica.
En principio teníamos un contacto muy importante en el gobierno de Taroudant, pero nos salió rana. Al primer pueblo que nos llevó resultaba evidente que aunque tenían algún desperfecto, no necesitaban ninguna ayuda.
A partir de ese momento, nuestros amigos marroquís se pusieron a hacer llamadas telefónicas para buscar aldeas verdaderamente necesitadas. Lo confirmábamos con salidas de reconocimiento y luego salíamos con las furgonetas hasta donde se podía llegar con ellas y luego cargábamos los todoterrenos y a subir pistas hasta donde pudiésemos.
Entregamos material en aldeas donde todavía no había llegado otra ayuda.
Protección civil y el ejército marroquí están haciendo un gran trabajo y están reconstruyendo pistas y proveyendo de tiendas de campaña y servicios a marchas forzadas, pero aún así, hay algunos sitios donde todavía no habían llegado.
Las pistas por las que transitábamos estaban muy, muy rotas, muy estrechas y el fondo de los barrancos estaba muy, muy abajo. A ratos la cosa estaba muy interesante y digamos que demandaba toda nuestra atención conduciendo.
Estuvimos cuatro días con este plan.
Había pueblos en los que debajo de alguna casa todavía quedaba gente que no habían podido sacar.
Pasamos por un pueblito en el que preguntamos si dejábamos algo de ayuda y el guía nos contestó que no, que en ese pueblo no quedaba nadie, la mayoría muertos bajo los escombros y el resto se habían ido a Taroudant.
Los destrozos del terremoto muy curiosos, una casa hecha literalmente polvo y la de al lado en pie sin daños aparentes.
Marrakech con muy pocos daños, prácticamente nada y con ese ambiente de locura que tiene siempre. Taroudant con poquísimos daños también.
Después de cinco días así, de entregar todo el material que llevábamos en los pueblos y el material de Fremap a la Asociación de Médicos Solidarios de Marruecos, nos volvimos para España, el viernes pasado Chema y yo llegábamos a nuestras casas.